En este día hicimos 5 dibujos y cada uno se elaboraba de forma diferente al anterior. Mientras hacíamos los dibujos sonaba una música que tenía una función determinada, ayudar a concentrarnos en el dibujo. Esto creo que se consiguió ya que el ambiente que había ese día en la clase era perfecto para dibujar.

El primer dibujo fue algo extraño ya que teníamos que hacer a una persona del sexo opuesto pero con los ojos cerrados. Al principio pensé que el profesor se había vuelto loco pero luego me di cuenta que lo que quería transmitir con ese dibujo es que en el arte no todas las formas han de expresar la realidad. Y así nos salió este dibujo. 

El segundo dibujo consistía en dibujar un paisaje descrito por el profesor cogiendo el lápiz de una manera diferente. No se podían hacer líneas y teníamos que hacerlo mediante sombras.

El tercero para mi fue el más complejo  ya que nunca lo había hecho. Consistía en dibujar una cala con un barco en el mar y todo esto mediante líneas paralelas. Me costo bastante empezar el dibujo pero una vez empezado empezó a tomar forma y al final más o menos salió el dibujo descrito por el profesor.

El siguiente dibujo fue el más “normal” de los que hicimos ese día ya que es el típico dibujo que te mandan en el colegio e instituto. Consistía en poner tu mano izquierda de una forma y dibujarla en el papel. Para mi fue el más sencillo pero también el más aburrido porque era el más común.

Por último hicimos el esperado dibujo de los espejos. En el cual teníamos que copiar el dibujo de la persona que teníamos a la derecha con la dificultad de no poder mirar su dibujo directamente, sino que había que mirarlo mediante un espejo. Al mirarlo por el espejo se veía el dibujo del compañero pero invertido. También se iban perdiendo detalles del dibujo conforme mas a la izquierda estuviese la persona.